martes, 15 de noviembre de 2011

Alto y claro oscuro

Yo también he visto ese viejo poster desde otra perspectiva,
un vistazo a otro mundo, otra Hera a la que cantases,
donde te hubiese seguido.

Yo también me tumbé en esa cama,
suspirando muy profundo, nada que ver con
el humo de mi cigarro.

Yo también probé el placer, y la lujuría
esnucada entre tus manos,
sin tener idea de lo que crecía en mí.

Yo tambien teñí la atmosfera de rojo,
y comí setas a caballo de un poni,
y escuché con codicia lo que me contabas.

Yo desee no ser Magdalena,
ni trabajar en una oficina de bombillas amarillas,
pero que hablases de ella me mataba.

Yo no paro de tenerte presente,
aunque me bese con otros,
no paro se seguirte, sin querer hacerlo.

Cada minuto da para un poema más,
desgarrador como lo hace mi latido,
siendo consciente de que no tiene sentido.

Yo te quiese sin quererlo,
sin tener en cuenta lo fugaz que fue,
sin preguntarme ¿Por qué?, y porque medir el tiempo al hablar de sentimientos.

Yo todavía me pregunto si me piensas,
yo todavía me pregunto si entendistes lo que dije,
yo lloro por no ser esa,
soy esa por no saber quién he sido.

Da para mucho más, para quién le de una vuelta, no es casualidad, es consecuencia.

Violetas teñidas de cerveza, y conversaciones ignífugas.

0.16 hrs

No hay comentarios:

Publicar un comentario